Los juegos tradicionales son actividades recreativas que han sido practicadas por generaciones a lo largo del tiempo y que son parte de la cultura de una sociedad o comunidad en particular. Estos juegos suelen ser transmitidos de generación en generación, y a menudo tienen raíces profundas en la cultura de una región o país. Estos juegos pueden variar ampliamente de acuerdo con la ubicación geográfica y las costumbres culturales, pero comparten algunas características comunes.  

Algunos ejemplos de juegos tradicionales incluyen juegos de mesa como el ajedrez, juegos de cartas como el póker, juegos al aire libre como la cuerda de saltar, la rayuela y el escondite, y juegos de equipo como la soga o la cuerda. Decimos, pues, que son tradicionales en la medida en que son una parte importante de la cultura de una sociedad y desempeñan un papel en la transmisión de valores, la socialización y la diversión a lo largo del tiempo: son una expresión de la creatividad y la tradición cultural de una comunidad.

En Colombia, son muy reconocidos el ludo o parqués, el yoyo, la coca, el trompo, las canicas, el “descongelado”, el popular tejo, entre otros, y todos ellos juegan un papel fundamental en la preservación cultural al ser una parte importante del patrimonio cultural de una sociedad y ayudan a preservar y transmitir tradiciones, valores y conocimientos a través de las generaciones. Dado que el mundo contemporáneo se mantiene en constante cambio, los juegos tradicionales pueden servir como un ancla que ayuda a las comunidades a mantener sus tradiciones y resistir la influencia de la cultura globalizada. 

Del mismo modo, contribuyen en la definición de la identidad cultural, debido a que pueden reflejar aspectos únicos de la cultura, como la historia, las creencias, las costumbres y las relaciones sociales. Es de mencionar que la transmisión a lo largo de la historia de estas tradiciones asociadas al juego fortalece los lazos familiares y promueve la continuidad de la cultura. Cabe anotar que muchos juegos tradicionales están asociados con festividades y celebraciones culturales. Estos juegos contribuyen a la atmósfera festiva y refuerzan la conexión entre la cultura y las celebraciones. 

Entre otras cosas, los juegos tradicionales inciden en la construcción de tejido social y comunitario, pues fomentan la interacción social y promueven el espíritu de comunidad. Reunir a la gente para jugar crea oportunidades para compartir experiencias, historias y tradiciones culturales. 

La gran relevancia de este tipo de juegos es tal que incluso se consideran experiencias de aprendizaje significativo. Con frecuencia, los juegos tradicionales contienen elementos educativos como la resolución de problemas, el desarrollo de habilidades motoras y el fomento de la cooperación. Estos juegos ayudan a los niños a adquirir habilidades importantes mientras se divierten. De hecho, algunos juegos tradicionales permiten la expresión creativa a través de la música, la danza o la narración de historias. Esto enriquece la cultura al proporcionar una plataforma para la creatividad y la expresión individual y colectiva. 

Ahora bien, los juegos tradicionales pueden proporcionar una influencia significativa en la experiencia de inmersión en el aprendizaje del español como lengua extranjera. Aunque los juegos tradicionales no se consideran una forma moderna de tecnología de la información y la comunicación (TIC), pueden ser herramientas efectivas para mejorar la inmersión y la adquisición del idioma por varias razones: 

Una de ellas es la interacción social puesto que los juegos tradicionales a menudo involucran a grupos de personas que interactúan y se comunican entre sí, lo cual proporciona a los estudiantes de español como lengua extranjera la oportunidad de practicar de manera espontánea y contextualizada en situaciones sociales reales. Además, los juegos involucran términos y vocabulario específico relacionados con el juego, así que los estudiantes pueden aprender palabras y frases relacionadas con el juego mientras participan, lo que les ayuda a ampliar su vocabulario en español, y también a poner en práctica la comprensión auditiva, ya que a menudo jugarlos implica seguir instrucciones orales o entender las reglas a través de la explicación verbal.  

Considerando que los juegos tradicionales están arraigados a la cultura de un país, al participar en estos juegos los estudiantes de español pueden sumergirse en la cultura hispanohablante, lo que les permite comprender mejor sus costumbres, tradiciones y valores, lo cual puede hacer que el aprendizaje del idioma sea más relevante y significativo. 

En concreto, los juegos son divertidos y desafiantes, lo que puede aumentar la motivación de los estudiantes para aprender español, haciendo que el proceso sea más atractivo y estimulante, en la medida en que son una forma de aprendizaje lúdico que puede hacer que el proceso de aprendizaje sea menos intimidante y más accesible para los estudiantes. Esto es especialmente beneficioso para aquellos que pueden sentirse abrumados por el aprendizaje de un idioma nuevo. 

En resumen, los juegos tradicionales pueden enriquecer la experiencia de inmersión en el aprendizaje del español como lengua extranjera al proporcionar una plataforma para la práctica del idioma en un contexto cultural y social auténtico. Además, pueden mejorar la motivación y el compromiso de los estudiantes, lo que contribuye a un aprendizaje más efectivo y significativo del español. 

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Todos los artículos de este blog han sido escritos por los profesores de nuestra escuela y por estudiantes de diferentes países que viajaron a Colombia para aprender español.
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