Cartagena es una ciudad simplemente mágica y convulsiva desde la primera vez que se le ve: la noche, el mar, las murallas, si bien todo esto hace parte de la belleza de Cartagena, no podemos olvidar otra parte que también existe de la ciudad, y es la Cartagena colorida, la Cartagena dinámica, la Cartagena cultural, la Cartagena histórica, la Cartagena negra, la Cartagena española, la Cartagena indígena. Venimos de la mezcla y la supervivencia, tenemos una tradición de adaptación, de coexistencia cultural, aquí no somos solo una identidad, no somos solo una tradición; y es por eso que la ciudad ha venido creciendo y desarrollándose en los contrastes, la ciudad vieja, amurallada y fortificada junto a la Cartagena nueva, la Cartagena que vibra al ritmo de la champeta, pero sin olvidar los tambores que una vez la acompañaron. En Cartagena no es nada extraño encontrar calles adoquinadas, habitadas por la historia de la colonia, por los sonidos y el sabor de los negros, por la sabiduría de los indígenas que aun sigue viva en nosotros.
A través de sus colores y pinturas la ciudad de Cartagena va contando una historia que no para de cambiar, de transformar los múltiples espacios que ya con anterioridad habían sido conquistados, habían sido apropiados por otras historias, por otros contadores de historias. Y es que esta capital del departamento de Bolívar es una ciudad a simple vista fascinante, la manera en la que la historia heroica se combina con la historia actual, entre las calles, las pequeñas esquinas, las grandes plazas y las viejas iglesias vamos encontrando los restos de nuestros antecesores, desde una imponente construcción colonial, un castillo que se remonta sobre la vista de la ciudad, hasta los restos y escombros de lo que alguna vez puedo ser una casa, el hogar de cimarrones, españoles, indígenas unidos a colores nuevos, a nuevas construcciones, a nuevos hogares y nuevos habitantes venidos desde los rincones mas lejanos. Cartagena es una ciudad destinada a las mezclas, a la coexistencia de mundos lejanos, dispares, visiones que contrastan y aprenden a crear no solo nuevos recuerdos, sino también nuevas maneras de hacer y contar la historia de los cartageneros.
En Cartagena, principal destino turístico de Colombia, la magia y el arte no se esconden en los museos y las galerías, se puede ver en las calles, en las casas, en los restaurantes, es una ciudad donde cada lugar tiene un olor, un sonido y un calor propio. Vemos nuestras nuevas caras, nuestros nuevos pensamientos, nuevas formas de expresarnos sobre cómo nos sentimos en nuestra localidad y cómo nos entendemos. Cada retrato que adorna los murales representa una lucha anterior y una lucha actual, un rostro entre el pasado y el presente, estamos rescatando no solo los espacios de nuestra ciudad, sino nuestra identidad caribe. Por primera vez en nuestra historia y en nuestra memoria estamos tomando el mando de nuestros espacios y en cada rincón de esta ciudad puedes encontrar una parte del alma caribe como en ninguna parte. Cartagena es calle, es color, es sabor…el sol, el mar y el alma de la gente que la hace ciudad. ¡Quédate con nosotros y aprende de nuestra cultura y nuestros sentir al recorrer las calles que cuentan nuestra historia!
Escrito por Tania Correa – Profesional en Lingüística y Literatura y Docente de Nueva Lengua – Cartagena.
Todos los artículos de este blog han sido escritos por los profesores de nuestra escuela y por estudiantes de diferentes países que viajaron a Colombia para aprender español.
“ Viaja tu también y estudia español en NUEVA LENGUA“
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