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Hoy cumplí un sueño de mucho tiempo: serví el comedor social por primera vez. ¡Hubiera tenido que estar en Colombia y estudiar en la escuela de español Nueva Lengua para hacerlo!

Cuatro tardes a la semana, la escuela organiza actividades “extraescolares”. Hoy fuimos al comedor San Francisco del Padre Pío a servir comida a personas mayores y vulnerables. Esta fundación sirve comida a los “abuelos” más pobres del peligroso barrio de Girardot de Bogotá todos los días, incluidos los domingos y festivos. Y el colegio Nueva Lengua apoya económicamente a esta fundación.

Cuando llegamos al comedor, una treintena de ancianos nos esperaban en una pequeña capilla. No puedo describir lo que sentí en ese momento. Sólo puedo decir que me impresionó. Después de una breve introducción, una breve oración, salimos entre aplausos y nos dirigimos a la cocina donde nos esperaban ollas y sartenes gigantes. Luego preparamos porciones de sopa, arroz, salchichas, ensalada y pasta y luego se las servimos a los “abuelos”.

Para algunos de estos “abuelos”, este almuerzo es la única comida del día. Los “afortunados” viven con sus familias. Pero la mayoría de ellos no tienen a nadie, ni familia que los ayude o simplemente pase tiempo con ellos.

Al final de la comida, los “abuelos” se abrazaron y nos dieron las gracias uno por uno. Un señor con un traje muy elegante me dio las gracias en francés. Una señora deseaba que encontrara un marido rico para no perderme nada. Otra señora me tomó en sus brazos.

¡Agradezco a Gloria, la coordinadora de la fundación, así como a la escuela Nueva Lengua por permitirnos vivir esta extraordinaria experiencia y conocer a estas personas maravillosas!

Este articulo originalmente fue escrito en Francés