La universidad, o la U, como la llamamos en Colombia, es una etapa de la vida muy importante e interesante para, si no todos, muchos jóvenes en el mundo. Allí conocemos personas que pueden tener nuestros mismos objetivos o metas y, por qué no, podemos conocer a los que podrían ser nuestros mejores amigos para toda la vida. Una vez empezamos a tratar a nuestros compañeros, se dará inicio a una amistad muy estrecha. Pues, empezamos a convivir más con nuestros amigos cuando estudiamos en la biblioteca o en la casa de alguno “pasando derecho”[1] o trasnochando.
Y ¿quién no ha ido a tomarse unas “polas”[2] con sus “parceros”[3] después de clase? ¿O quién no ha “capando clase”[4] alguna vez? Lo que no significa que sea una costumbre colombiana, sino más bien algo de jóvenes. Y tampoco quiere decir que sean estas las únicas experiencias que se tengan en la U. Pues, la mayoría de las universidades en Colombia se encuentran en lugares estratégicos, donde los estudiantes pueden encontrar sitios tranquilos para estudiar y tomarse algo como cafeterías [5], o lugares para relajarse y divertirse como bares con música actual. Sin mencionar que también están cerca de lugares turísticos donde pueden apreciar la cultura de los locales. Específicamente, en Bogotá, tenemos la mayoría de las universidades en el centro de la ciudad. Allí se encuentran los museos (Museo del Oro, Museo de la Moneda, Museo de Botero), el barrio más antiguo, restaurantes con comida típica, el muy famoso Monserrate, entre otros.
Aún recuerdo cuando estudiaba en la Universidad (hace una vida vida entera… jaja). Me sentía nerviosa, pero emocionada por estudiar lo que elegí; filosofía. Era una carrera poco común, pero asombrosa para mí. Los viernes siempre salía con mis amigos a un lugar cerca de la universidad para compartir un rato agradable en compañía de una cerveza o, por qué no, un “traguito”[6] de aguardiante [7], pero siempre sacando buenas calificaciones.
En la Universidad teníamos también oportunidades para estudiar en otros países; una oferta muy tentadora que, por varios motivos, no pude tomar. Sin embargo, disfruté mucho. Hice amigos, tuve un novio, tuve alegrías, tristezas, etc. Sin embargo, mi mejor amiga sí hizo un intercambio en Europa para hacer un semestre. Fue una experiencia enriquecedora para ella, pues no solamente estudió parte de su carrera, sino que también conoció nuevas culturas y aprendió un nuevo idioma. Un recuerdo que aún persiste en su memoria.
Así mismo le sucedió a Hanne, una chica de Noruega que vino a Colombia a hacer un semestre de intercambio en una de las mejores universidades del país que, por cierto, está cerca del Jardín Botánico José Celestino Mutis y del Aeropuerto Internacional El Dorado en Bogotá. Cuando ella llegó, ya tenía un nivel de español suficiente para comunicarse, pero era necesario y también muy positivo para su proceso académico continuar aprendiendo y practicando el idioma. De esta manera, la noruega tuvo la oportunidad de hacerlo, y de conocer personas de otros países en su Escuela de español y personas colombianas en la universidad.
Así como Hanne, muchos otros extranjeros han tenido esta experiencia en la universidad en Colombia, por motivación personal o porque sus labores lo exigen. De todas maneras, muchos se han animado a hacerlo.
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[1] No dormir en toda la noche por estudiar para un examen o evaluación
[2] Nombre que se le da a la cerveza en Colombia
[3] Forma de llamar a los amigos o personas cercanas
[4] Forma de decir que no se asiste a clase en Colombia
[5] Lugar para tomar café o comer algo
[6] Una copa pequeña de un licor
[7] Licor nacional de Colombia.
Todos los artículos de este blog han sido escritos por los profesores de nuestra escuela y por estudiantes de diferentes países que viajaron a Colombia para aprender español.
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