Cuando me inscribí en un curso de español en Colombia no tenía idea de lo que me llevaría de regreso a Brasil. Sabía que necesitaba mejorar mi nivel de idioma. Y eso fue todo. Después de 3 días de adaptarme al calor cartagenero, me dirigí por las calles de Getsemaní a Nueva Lengua. La escuela está situada en una de las puertas de las casas tradicionales y con encanto de la ciudad y es especialmente acogedora. La recepción incluye una prueba de nivel y consejos de la ciudad. La gente es tan receptiva que en los primeros 30 minutos ya conoces a todos. ¡Carajo, la energía de Cartagena es contagiosa!
Las clases son intensas pero muy divertidas, llenas de cultura y debates interesantes. Las clases están cuidadosamente estructuradas para que todos los estudiantes se sientan cómodos en el nivel que están estudiando. Todas las clases incluyen repaso, gramática, muchos ejercicios y conversación. ¡Y mucha charla! Hablar de Nueva Lengua no es hablar de un curso, sino de las relaciones que se pueden construir en tan poco tiempo en un nuevo país. Y así se aprende mucho mejor un idioma. Al igual que en mi infancia, el timbre sonaba puntualmente para entrar y salir de clase, pero lo más esperado siempre era la señal de descanso. Crispetas con café preparadas con mucho cariño por la señora Yenys para amenizar los 15 minutos de conversación con amigos en el salón contiguo. Cada lunes era un nuevo día, cuando llegaban nuevos estudiantes y nuevos amigos.
La relación con alumnos y docentes se fortalece durante las diferentes actividades que brinda la escuela cuando no estamos en clase: trabajo voluntario, visitas a museos y atractivos de la ciudad. No hace falta decir que es mucho más divertido y valioso que hacer lo mismo en un recorrido turístico normal. Tuve el gran placer de pasar años con estas personas especiales. Comí torta, almuerzo con amigas, rosas colombianas, regalos y hasta salimos a bailar por la noche. ¿Cuándo te imaginaste que podrías reunir a tanta gente nueva en tan poco tiempo? Me quedé con una familia, una pareja joven que me recibió de la mejor manera colombiana. Siempre cenábamos juntos y era hora de compartir historias. Sin duda, es la mejor opción de alojamiento cuando se quiere conocer un país de verdad. Un agradecimiento especial y espero no haberme olvidado de nadie: Federico, Ana María, Verónica, Nicolás, Juliana, John, Florian, Jennifer, Nathalia, Lukas, Severin, Midori, Camila, Ramona, Daniel R., Daniel E., Ligia, Sire, Ledys, Jesús y todos los que conocí estas semanas. ¡Muchas gracias a todos por semanas tan increíbles que llevo en mi corazón al Brasil!
Este articulo originalmente fue escrito en Portugués
Todos los artículos de este blog han sido escritos por los profesores de nuestra escuela y por estudiantes de diferentes países que viajaron a Colombia para aprender español.
“ Viaja tu también y estudia español en NUEVA LENGUA“
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