Cartagena de Indias es una ciudad fascinante. En 1984 la UNESCO la declaró Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, y no es muy difícil entender por qué. Recorrer las plazas y calles de “La Heroica”, entrar a contemplar la hermosura de sus catedrales, o sentarse a ver el atardecer desde sus murallas, es una experiencia única en la que se conjugan la más alta arquitectura colonial con la inigualable belleza del mar Caribe.  

La ciudad fue fundada sobre playa en 1533, pensada como un punto estratégico para las rutas comerciales entre Europa y América. Hoy, medio milenio después, Cartagena es la capital del departamento colombiano de Bolívar, y se ha convertido en uno de los principales centros políticos y económicos de la región: en ella desemboca el Canal del Dique —principal ruta fluvial del país—, su puerto marítimo es el cuarto con mayor tráfico del continente, y está atravesada por la Troncal del Caribe —la más importante vía terrestre del norte de Sudamérica—.  

Sin embargo, y a pesar de todo el desarrollo que ha vivido Cartagena a lo largo de sus cinco siglos de historia, la mejor manera de conocer la ciudad sigue siendo caminándola. Por eso, en la escuela Nueva Lengua hemos diseñado este recorrido por el Centro Histórico, para que aproveches tu paso por la ciudad mientras descubres sus principales puntos de interés y practicas al máximo tu español. 

Recorrido por el Centro Histórico de Cartagena 

1. Nueva Lengua: 

En Nueva Lengua queremos ser el hogar de nuestros estudiantes durante su visita a Colombia. Por eso, además de los salones de clase y demás áreas académicas, la casa de la escuela en Cartagena cuenta con espacios de alojamiento. Y es que la sede de Nueva Lengua no podría estar mejor ubicada: se encuentra en el Callejón Ancho, en el corazón del tradicional barrio de Getsemaní.  

Cuando Nueva Lengua decidió abrir sus puertas en Getsemaní hace dos décadas, esta zona de Cartagena estaba venida a menos. Al igual que la ciudad amurallada, el barrio había sido fundado en la época colonial, pero hacía ya muchos años que estaba relegado y no era tenida en cuenta por los locales ni hacía parte de los circuitos turísticos tradicionales.  

Hoy, muy por el contrario, Getsemaní es reconocido como el principal distrito artístico de la ciudad, al punto de que venir a Cartagena sin caminar por Getsemaní es lo mismo que nunca haber estado. En Nueva Lengua nos sentimos orgullosos de haber hecho parte del renacer social y cultural de Getsemaní, y por eso es que nuestro recorrido a pie por la ciudad no podría comenzar por un lugar distinto a este.  

2. Iglesia de la Santísima Trinidad: 

Al salir de la escuela, a una cuadra a mano izquierda, llegamos a la Plaza de la Trinidad. De día, el principal atractivo de la Plaza es la iglesia, que abre sus puertas para los cientos de fieles y turistas que la visitan diariamente; de noche, la cultura urbana se toma el espacio, y las calles se llenan de artistas que animan el ambiente con música y baile. Seguro que al llegar ya no querrás irte de allí, pero tranquilo, que el recorrido apenas comienza. 

3. Parque Centenario:  

Para llegar a nuestra siguiente parada tendremos que salir de Getsemaní por la Calle de la Sierpe. La reconocerás muy fácilmente: es una calle curva, con paredes empedradas, llena de grafitis y murales a ambos lados. Un espectáculo para los amantes del street art.  

Al final de la calle, verás un lugar como un bosque en medio del muelle y las casas coloniales. Es el inconfundible Parque Centenario. Como su nombre lo indica, este parque fue construido para conmemorar los 100 años de la Independencia de Colombia, y desde entonces ha reunido en sus bancos y jardines incontables artistas: desde músicos y cuenteros, hasta mimos y poetas.  

Cartagena es, además, una ciudad que siempre ha atraído a los amantes de la historia y la literatura. Aquí se dio una de las principales batallas entre el ejército español y el legendario pirata inglés Sir Francis Drake, y la increíble novela Amor en los tiempos del cólera, del premio Nobel Gabriel García Márquez, tiene lugar entre sus calles. ¿Nos creerías, entonces, si te dijéramos que estas y muchas más historias permanecen vivas dentro del Parque Centenario? Todos los días, desde muy temprano, los libreros de la ciudad alzan allí sus torres de libros, y aunque se pueden conseguir nuevos, el mayor atractivo son los libros de segunda, verdaderas joyas en las que se guardan los tesoros de la historia de esta ciudad.

4. Torre del Reloj:   

Al frente de la puerta principal del Parque, mirando en dirección al mar, podrás ver tres grandes arcos, y encima de ellos, una torre. Es la Torre del Reloj, edificio insignia de Cartagena. Antes de la construcción de la Torre, este lugar era el punto de llegada de las embarcaciones y los trenes que conectaban a la ciudad con el resto del país y del mundo. Hoy, convertida en un área peatonal, es la puerta de entrada al “Corralito de Piedra”.  

Luego de tomarte la infaltable foto debajo del arco central, con el reloj arriba y las palmeras a los lados, es momento de entrar a la Ciudad Amuralla. 

Es muy probable que, para este punto de nuestro recorrido, con el sol del Caribe y un par de libros bajo el brazo, quieras tomarte una pausa; si ese es el caso, estás en el lugar indicado. Al cruzar la Torre te encontrarás con el llamado “Portal de los dulces”, un lugar dedicado a la preparación de dulces tradicionales de la Costa Caribe de Colombia: cocadas, alegrías, caballitos, muñequitos de leche, así como postres elaborados con las más variadas frutas y sabores locales, como piña, papaya, coco, ciruela, corozo, mango, níspero, zapote, entre muchos otros más.  

5. San Pedro Claver:    

Habiendo recargado energías, nuestra siguiente parada es la iglesia de San Pedro Claver. Y es imposible hablar de Cartagena sin referirse a este santo de la Iglesia Católica. Desde su establecimiento como puerto de la Corona española, la ciudad se convirtió en un importante núcleo comercial del Nuevo Mundo. Para ese entonces, la esclavitud era una parte normal del comercio, y, en consecuencia, a Cartagena llegaban centenares de esclavos africanos, en su mayoría como mano de obra para la construcción misma de la ciudad.  

Para nadie es un secreto, además, que las condiciones en las que llegaban y trabajaban estas personas en América eran, cuando menos, infrahumanas. Y San Pedro Claver, un sacerdote jesuita, no fue indiferente a esta situación. Él se llamó a sí mismo “esclavo de los esclavos”, y dedicó su vida al trabajo por esta comunidad y a buscar que se les dignificara y respetara en su condición.

Por esta razón, el papa León XIII lo canonizó en 1888, y desde entonces sus restos, que permanecían en la iglesia que lleva su nombre, fueron declarados reliquias religiosas.  

La iglesia de San Pedro Claver es, entonces, un santuario religioso y un museo de arte en el que se albergan piezas históricas que retratan la vida de los sacerdotes y los negros durante los siglos XVII y XVIII en la Cartagena colonial. Es verdaderamente un viaje en el tiempo poder visitar este lugar y entrar a las antiguas habitaciones de los esclavos, hoy llenas de invaluables obras artísticas, disponibles para ser visitadas por todos nosotros. Un infaltable en nuestro recorrido.  

6. Catedral Santa Catalina:    

Nuestro camino por las calles del Centro Histórico de Cartagena nos conduce ahora hasta la plaza central de la ciudad: la Plaza de Bolívar. Será muy fácil reconocerla, pues en el medio se alza un monumento en honor al libertador de Colombia. Este espacio tiene también un atractivo adicional y es que, a diferencia del resto de plazas de la Ciudad Amurallada, la de Bolívar cuenta con fuentes y jardines, que resaltan con belleza entre el empedrado que domina en la arquitectura de Cartagena.  

En un costado de la plaza se encuentra el Palacio de la Inquisición, antiguo tribunal de la Iglesia Católica, hoy convertido en un museo histórico. Allí, entre otras cosas, se encuentran expuestos algunos de los artefactos que se utilizaban como métodos de castigo y tortura en los casos de personas acusadas de brujería. Pero también herramientas y otros elementos que se han conservado de aquellos primeros años de la ciudad.  

Un dato que muchas personas no conocen sobre las ciudades colombianas es que todas ellas tienen al menos una plaza llamada en honor a Simón Bolívar, la cual es siempre la plaza principal. En el caso de Cartagena, al ser una ciudad colonial, su plaza mayor es también el sitio en el que se encuentra su iglesia principal: la Catedral de Santa Catalina de Alejandría. Si la ves abierta cuando pases por ahí, aprovecha y entra para que puedas ver en carne propia sus imponentes pilares y el espectacular retablo mayor que la encabeza: un tesoro artístico y eclesiástico sin igual. 

7. Santo Domingo:    

A pesar de ser el principal templo católico de Cartagena, la Catedral de Santa Catalina no es el más famoso; ese puesto, sin duda, se lo lleva el Convento de Santo Domingo. Varios motivos convierten a esta iglesia en la más visitada de la ciudad.  

En primer lugar, está su tamaño, pues si bien el resto de iglesias de nuestro recorrido no son pequeñas, esta es especialmente grande. Al haber sido un convento de la orden de los dominicos, el templo estaba destinado también como hogar y seminario, gracias a lo cual cuenta en su interior con un espectacular retablo y esculturas en piedra, así como amplias salas y jardines en su parte posterior.  

En segundo lugar, su hermosa plaza. La Plaza de Santo Domingo está rodeada por algunos de los edificios más altos de la Ciudad Amurallada, un hecho que le permite estar provista de sombra la mayor parte del día, y que la convierte en uno de los espacios favoritos de los cartageneros para sentarse a tomar algo y disfrutar de los grupos musicales que se reúnen allí a diario.

No olvides tampoco alistar tu cámara, pues la Plaza cuenta a un costado con la famosísima escultura de “La Gorda Gertrudis”, un personaje infaltable en cualquier visita a Cartagena.  

8. Un atardecer en las murallas:    

Para cerrar este walking tour por todo lo alto, saldremos de la Plaza de Santo Domingo atravesando el Callejón de los Estribos, camino que conduce directamente desde el interior del Corralito de Piedra hasta su muralla. En tiempos de la colonia, la finalidad de la muralla era servir como protección ante los ataques marítimos. Para poder mover los cañones y las unidades militares con facilidad, sus ingenieros decidieron construir amplios baluartes en la parte superior de la muralla.  

Varios siglos después, las guerras contra corsarios y bucaneros son ya cosa del pasado, pero los baluartes permanecen allí, frente a la playa, más vivos que nunca. Su privilegiada ubicación —a la orilla del mar, de cara al oeste— les concede a los baluartes un espectáculo natural incomparable: el hermoso atardecer del Mar Caribe. Lo mejor para apreciarlo en todo su esplendor es llegar entre las 5:00 y las 5:30 de la tarde, y acomodarte en alguno de los bares y restaurantes de la muralla, con un jugo o un trago y la brisa de la playa.  

Estudiar español en Cartagena de Indias 

Arte, historia, literatura, arquitectura, gastronomía… ¿realmente podría faltarle algo a esta ciudad?  

Si algo ha quedado demostrado con nuestro recorrido es que las maravillas culturales de Cartagena son sorprendentes. Pero más sorprendente todavía es que, incluso después de todo lo que hemos visto, la ciudad aún tenga más por ofrecer. 

La única forma de vivir la experiencia en su totalidad es viviéndola en carne propia, por eso en la escuela Nueva Lengua articulamos la enseñanza del español con el turismo inmersivo, a través de las mejores y más emocionantes actividades culturales. Contamos con un staff de profesores profesionales con experiencia en ELE (español como lengua extranjera), que junto con nuestra casa en Getsemaní harán de tu paso por Cartagena una experiencia de primer nivel, para que practiques tu español con la mayor comodidad y puedas divertirte al máximo.  

Revisa las actividades que organizamos en Cartagena, o escríbenos a info@nuevalengua.com para conocer nuestros cursos de español e inmersión cultural en Colombia.