Estoy muy contento de haber elegido pasar dos semanas estudiando español en Nueva Lengua en la costa caribeña de Colombia en Cartagena.
Después de haber hecho algunas clases de español antes, estaba ansioso por aprender un poco más, sacudirme los nervios y desarrollar algo de confianza para poner en práctica algunas de mis palabras recién descubiertas, y resultó que había muchas oportunidades para eso.
Las clases y los profesores utilizaron el español en cada oportunidad que se les dio y nos animaron amablemente a los estudiantes a hacer lo mismo, sin importar cuán básico sea nuestro conocimiento del idioma.
Después de un breve examen para evaluar mi nivel, me asignaron a una pequeña clase de cuatro para lecciones que complementaban perfectamente mis conocimientos previos.
Las tres horas de aprendizaje de cada día de la semana fueron seguidas por una hora más de práctica de conversación en la que implementamos nuestro español en una variedad de escenarios de la vida real, juegos de roles y situaciones de preguntas y respuestas.
Los profesores fueron alentadores, pacientes y serviciales mientras cada uno de nosotros luchaba por recordar las palabras que buscábamos y trataba de pronunciarlas.
La práctica generó confianza que nos permitió infligir nuestro español a los cartageneros desprevenidos por las tardes después de clase o durante las actividades culturales que ofrece la escuela.
Cartagena es una ciudad hermosa y relajada y tiene muchas formas de pasar la tarde, además de las actividades opcionales de la tarde en Nueva Lengua como pasear por la ciudad vieja, el Castillo San Felipe de Barajas, explorar la muralla centenaria de la ciudad y las calles animadas y plazas del fotogénico Getsemani.
Las actividades después de la clase, particularmente el recorrido en bicicleta por Cartagena y el viaje al extraño volcán de lodo en Totumo, fueron algunos de los aspectos más destacados de mi tiempo en la ciudad.
Los fines de semana, muchos estudiantes realizaban viajes de un día o de una noche a las playas cercanas en Islas del Rosario y Playa Blanca.
Dado que estaba de visita en un fin de semana largo, opté por las costas menos concurridas de Isla Tierra Bomba, me relajé en la playa y exploré algunos de los pueblos de pescadores de la isla.
Me sentí seguro y acogido por la gente de Colombia en toda la ciudad durante mis dos grandes semanas allí.
Estudiar en Nueva Lengua Cartagena no solo me dio la oportunidad de enamorarme de Colombia, sino que también me inspiró a continuar mis estudios de español en casa.
Este articulo originalmente fue escrito en Inglés
Todos los artículos de este blog han sido escritos por los profesores de nuestra escuela y por estudiantes de diferentes países que viajaron a Colombia para aprender español.
“ Viaja tu también y estudia español en NUEVA LENGUA“
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