Territorio de contrastes culturales, por sus laderas se surtieron los encuentros entre los conquistadores, comerciantes españoles e indígenas de la cultura Panche. A solo tres horas de Bogotá, por el occidente, se encuentra ubicada la Villa de San Miguel de Guaduas, tercer municipio más grande de Cundinamarca y considerado uno de los pueblos patrimonio de Colombia, ya que a través de sus hermosas calles y paisajes se ha construido parte de la historia Nacional. Fundada en  1572 por don Andrés Díaz Venero de Leyva, se ha convertido, desde su fundación, en paso obligado del comercio nacional. Dan cuenta de ello sus calles empedradas o “Caminos Reales”, senderos empalizados que recorren las faldas de sus montañas y a través de los cuales se transportaba la carga en su paso hacia el interior del país, hoy reemplazados por la Ruta de Sol.

No fue ajena esta Villa de los Virreyes españoles a la historia revolucionaria independentista. Sus casas y plazoletas, que conservan la arquitectura colonial, cuentan la historia de Policarpa Salavarrieta, heroína mártir de la independencia colombiana.

A tan sólo tres kilómetros de la carretera que conduce a Honda se encuentra la Piedra Capira, una inmensa roca en donde se puede apreciar el hermoso paisaje de las cordilleras oriental y central, el cañón del río Magdalena y a la distancia, en días despejados, los nevados Santa Isabel, Tolima y del Ruiz.